14 abril, 2009

A Santa Compaña. Leyenda gallega.


Esta es una de las leyendas más antiguas de Galicia, aunque no es exclusiva de allí, sus apariciones van desde Extremadura a Francia, pasando por Castilla-León y Asturias. Son numerosas las veces que han sido vistos y las historias que circulan alrededor del mito incontables. Y creyentes o no, la Santa Compaña aún sigue peregrinando de pueblo en pueblo, siendo vista y temida. La aparición de esta comitiva es símbolo de desastre o maldición y vienen a reclamar el alma de alguien que está próximo a morir.

La Santa Compaña está formada por un grupo de ánimas que van alineadas en dos filas, vestidas de blanco, con túnicas negras o envueltas en sudarios, con los pies descalzos, aunque sus pies no tocan suelo, ya que flotan a unos diez centímetros de él. Sólo se ven de frente ya que por detrás están huecas como si fueran cortezas de árbol. Van en completo silencio, emitiendo rezos o tocando la campanilla y portando velas, dejando a su paso un profundo olor a cera y el viento que levantan a su paso. En lo que todos coinciden es que siempre llevan un ataúd.

A su paso, cesan todos los ruidos del bosque y los animales quedan en un inquietante silencio. Los perros anuncian la llegada de la Santa Compaña aullando de forma desmedida, y los gatos huyen despavoridos.

Pese a que pueden ser vistos cualquier noche del año, y en algunos casos también pueden ser vistos de día, existen dos noches al año donde su presencia es casi obligada: la noche de Todos los Santos (1 de noviembre) y la noche de San Juan (24 de junio).

Esta tenebrosa procesión de difuntos ha recibido numerosos nombres, solo en Galicia: Santa Compaña, Hoste, Visión, Acompañamiento o Estadea. En Asturias recibe los nombres de Hueste o Güestia; en Extremadura, Corteju de Genti de Muerti; en León La hueste de las ánimas; y en Francia, Mesnie u Hoste. Todas ellas con la misma finalidad, salen normalmente de noche en un eterno peregrinar con el único fin de encontrar a algún vivo que pase a formar parte de sus filas.

En la Santa Compaña, por lo que cuenta la tradición, nunca falta un cojo y cada uno de sus miembros lleva una vela que el viento jamás puede apagar al tratarse, en realidad, de huesos de difuntos encendidos. El Estadea es quien lidera la comitiva y se trata de un ánima de mayor tamaño y poderío. Otras tradiciones aseguran que quien encabeza la comitiva es un vivo que ha tenido la desgracia de toparse con la procesión y se ve obligado a incorporarse a ella.

El condenado puede ser tanto hombre como mujer. Según la tradición, esta persona no recuerda durante el día lo acontecido durante la noche, y únicamente se pueden reconocer a las personas penadas con este castigo por su gran palidez y un adelgazamiento excesivo en poco tiempo. Cada noche la luz que porta será más intensa y cada día su palidez más intensa. No se les permite descansar ninguna noche, lo que provoca que su salud se quiebre y la persona se debilite hasta enfermar, sin que nadie pueda explicar su extraño mal. Está condenado a vagar junto a la lúgubre comitiva hasta su muerte o hasta que otro incauto sea sorprendido, lo que les permite pasarles la cruz y la luz y quedar libres.

Antonio Fraguas asegura que La Compaña tiene que estar integrada por un mínimo de cinco ánimas y llevar una cruz, un estandarte, un caldero para el agua bendita, un farol y una campanilla. También asegura que el que va delante normalmente es un vivo que lleva la cruz o la vela y, si éste no se la pasa a otro ser humano, fallece en poco tiempo.

Esta compañía es tan respetada y temida que ni el propio Diablo se aparece a nadie antes de la una de la madrugada, ya que la Santa Compaña sale a las doce de la noche. A esta hora, según cuentan las tradiciones, los difuntos se levantan de sus tumbas y se juntan en la Iglesia, y es cuando es más fácil verlos, aunque no todo el mundo tiene esa facultad.

Espero que nunca os encontréis con ella,

6 comentarios:

natalia dijo...

hola ,a mi me encanta leer leyendas

loli-laura dijo...

hola me gustan tus historias

natalia dijo...

hola

loli-laura dijo...

hola

madrid dijo...

hola

Wilhelm11 dijo...

Genial artículo.
Siempre me ha encantado esta leyenda.
Me gusta mucho tu blog. Yo tambien escribo uno.
Si puedes visitalo.
dunheim.blogspot.com